martes, 3 de junio de 2008

I'm your man

Rule-man, como le decían en el barrio, era, de acuerdo a Jijí, “un morocho divino, con unos rulos increíbles, súper definidos y una piel oscura espectacular”. Él iba a otra escuela en Belgrano, cerquita de la suya, pero todos los viernes las dos escuelas compartían el campo de deportes en las afueras de Buenos Aires. Jijí esperaba con ansias el viernes: durante todo el trayecto en micro, mientras todos cantaban, gritaban, se reían; Jijí se aferraba fuerte al asiento de adelante, y con los ojos bien abiertos y un fuerte dolor de estómago imaginaba que ese iba a ser el día en el que Rule-man finalmente la vería y se enamoraría de ella.
Pero eso nunca pasaba; él no la veía a ella ni ella a él, o al menos no muy bien, porque para hacer deportes tenía que sacarse los anteojos, así que más de una vez lo confundió con otro. Igualmente su cabecita era lo suficientemente creativa como para imaginarlo corriendo con los rulos que rebotaban al viento y una sonrisa perfecta. Todos los viernes pasaba más o menos lo mismo: empezaban con ilusión y terminaban en una sensación de vacío que Jijí calmaba viendo los capítulos de Beverly Hills 90210 que tenía grabados en vhs mientras comía habanitos de chocolate.
Pero un viernes fue diferente a todos los demás. Cuando entró a su aula a la mañana se encontró con una sorpresa: sobre su pupitre había un sobre pegado con cinta que tenía su nombre. Jijí no pudo evitar la emoción: se tapó la boca con las manos para ahogar el chillido que se le escapó abruptamente:
-Jiiiiii!!! ¿qué es esto? ¡Una cartita! ¿De quién será?
En eso, mientras reflexionaba en voz alta, la gordita compactera, se le paró al lado:
-¿Qué pasa Jijí? ¿Ganaste otro concurso de belleza?
-No exactamente, pero acabo de recibir una carta y creo que es importante, fijate que tiene un corazoncito en cada esquina del sobre.
- ¡Ay, Jijí! ¿Plis, no te das cuenta? ¿Sos tan chicata que no podés ver las cosas como son? Si es una “cartita de amor”, el chico debe estar tan ciego como vos...
-Bueno, eso lo veremos en un minuto, voy a leerla ya mismo.
Jijí abrió el sobre y empezó a leer en voz alta a sus otras compañeras que entre risas, escuchaban asombradas:
La carta decía así:

Jijí,
Ha llegado el momento de contarte algo, yo hubiera preferido haber esperado un tiempo más, pero debido a que como la vida es un camino lleno de sorpresas, no puedo esperar más. Mis padres han decidido mudarse afuera de la capital, nos vamos para zona norte. Vos no te podés imaginar la tristeza que esa decisión me ha provocado, te juro no lo podía creer, terminar la semana con esta noticia inesperada me mató. Si vos supieras ese vacío que estaba sintiendo cuando veía que mis padres me decían que no había marcha atrás en la decisión que habían tomado... tenía unas ganas de llorar que no sé cómo aguanté, fue como si a mi corazón le hubieran quitado las ganas de vivir, me estaban separando de la persona con quién más quería estar, o sea vos...
Imagino que no sabés quién soy. Bueno, yo te veo todos los viernes en el campo de deportes, soy un chico medio flaquito con rulos. Muchos de mis amigos me dicen Rule-man. En realidad me llamo Maximiliano. Vos llamame como quieras.
Esto que te estoy diciendo es muy difícil para mí, pero como ya te dije no tengo otra alternativa. Sos linda, simpática y graciosa. Cuando te veo solo quiero decirte cosas hermosas como, por ejemplo, “tus ojos negros parecen carbón cuando arden en la noche”. Son unos versos que se me ocurrieron. Te estoy escribiendo un poema que pienso darte, Jijí.
Bueno, te voy a dejar tranquila. Sólo espero que este viernes, cuando te vea en el campo de deportes, vos me des alguna señal que indique que sos capaz de sentir lo mismo por mí, aunque sea un poquito.
UN BESO,
¡Chau!
Rule-man

Jijí no podía creer lo que había leído. Estrujó el papel contra su pecho, miró a sus compañeritas y, tras alzar el papel cual antorcha de los fuegos olímpicos gritó:
-¡Sí! ¡Sí! ¡Yo también te amo Rule-man!

miércoles, 23 de abril de 2008

Poodle delight

Esa noche volvió a su casa bastante compungida. Si bien la personalidad de Andy no le había atraído del todo, no podía evitar sentir cierto malestar ante su rechazo. Eran casi las dos cuando, mientras buscaba la llave, descubrió a GOW durmiendo adentro del auto. Lo acompañaba su caniche toy, divino, de unos rulitos marrones increíbles, todos armaditos. Lástima que Tico era medio histérico. Tap, tap, tap: Jijí golpeó la ventana del auto pero Gow era de sueño pesado. TAP, TAP, TAP, insistió Jijí. Tico empezó a ladrar furioso, arriba de GOW:
-¡Jijí, nena! Te estaba esperando! ¿Cómo te fue? ¿Piola el yankee?
-Digamos que sí, piola, vamos a ver qué pasa. Igual quiero mantener mis opciones. Estoy viendo. ¿Vos qué hacés acá?
GOW se veía notablemente nervioso, de un saltito salió del auto con Tico. Su cabeza le decía que algo importante tenía que decir, pero no podía definirlo con palabras. Decidió, entonces, ir a lo seguro:
-¿Vamos a dar una vuelta en el auto?
Para no perder la costumbre, Jijí aceptó aunque era evidente que hubiera preferido irse a dormir. Pusieron a Tico en el asiento de atrás -se ponía nervioso cuando estaba Jijí- y partieron rumbo a Villa Devoto y Villa del Parque. GOW quería mostrarle dónde vivía Maradona. Por lo general, los paseos en auto eran bastante silenciosos, así que Jijí se distrajo mirando por la ventana. Avanzaban en medio de la noche por la avenida San Martín cuando el semáforo se puso en rojo. Mientras esperaban Jijí barajaba la posibilidad de taparse las pecas con algún tipo de maquillaje permanente, como el que le ponen a las mujeres que no tienen cejas o labios muy finitos, esas que Jijí veía en las avisos en la parte de atrás de la revista de cable, junto al "antes y después" de la señora celulítica. Jijí estaba a punto de compartir su duda con GOW en pos de establecer algún tipo de diálogo, cuando un golpe seco contra el vidrio del auto la sobresaltó. Dos chicos estaban en la puerta mostrando cada uno un revolver. Por alguna razón Jijí no se puso nerviosa, le veía cara conocida a uno de piel oscura y pelo enrulado; pero no adivinaba de dónde.
-Eh, loco! ¡bajen del auto! ¡¿Dónde tené’ la guita, loco?!
-Ay loco -contestó Jijí-, plis, fue una noche re larga, lo único que me falta es quedarme a pie.
-Jijí, nena, mejor que no hables ahora. ¿Eh, trajiste algo de plata? ¡Porque yo no tengo nada, después de lo del casino... mi mamá... bueno... tipo que me cortó todo, hasta me sacó las tarjetas. ¡Todas, ni una me dejó, re bajón! Es posible que tenga que buscar un trabajo, algo tranqui igual, porque no da volverme loco con un laburo. Pero mientras, te iba a pedir, no sé, un préstamo, algo de cash. Aunque bueno, ahora le vas a tener que dar algo a estos chicos...
-Eh, vo’ gordito, cerrá el pico si no queré’ que te rompa la jeta y dame lo que tengás o me llevo al caniche toy. Rulo, agarrá al perro.
RULO. En ese momento, mientras Jijí observaba la escena con las manos en la cabeza –no porque alguien le hubiera dicho que lo hiciera sino porque lo creía acorde a la circunstancia- tres pensamientos claves se materializaron en la cabeza de Jijí:
1) No era la única que veía a GOW como un gordito.
2) No estaría mal que se llevaran al caniche toy.
3) Y el recuerdo nítido, cristalino, de Rule-man: el chico de Belgrano con los rulos más armados que Jijí había visto en la década del noventa.

lunes, 14 de abril de 2008

Comidita

"Up the mountains and through the woods, went little red riding hood, lalalala", cantaba Jijí feliz y segura. Esta noche iba a ser una noche multicultural. Andy parecía un chico inteligente, educado, claro que en el "departamento" comunicativo había algunas fallas, pero después de todo, con GOW también las había.Cuando Jijí llegó al punto de encuentro, Andy ya estaba esperando hacía rato.La conversación al principio fue amena, hablaron de la Argentina, del lomo, of course, y también de otras cositas por demás interesantes. Todo marchaba sobre ruedas, hasta que Andy empezó a decir algunas cosas extrañas. Jijí no entendía mucho, pero su cabecita percibía que, como decía su tía, Andy estaba jugando con diez jugadores, ¿o era con nueve? Nunca se acordaba cuántos había en la cancha. ¿Y se contaba o no al arquero? En fin, Poco a poco Andy empezó a hacer preguntas y comentarios raros:
-Umm, Jiji (él pronunciaba shishi, -lo habrá memorizado mal cuando leyó su nombre en el papelito, quién sabe), ¿en qué ano piensas casarte? ¿En el ano próximo?
- Bueno, sentada o parada -acá las ceremonias son de parada-, me casaré sobre el mío. Otro no pienso tener. ¡Jeje, ay, perdón, qué grosera!
- ¿cómou?- Nada, nada. Bueno, mirá, no lo tenía muy planeado, estaba pensando en tal vez tener un novio, ver qué onda, ¿viste? ¿Por qué? ¿vos lo tenés agendado? ¿Me querés invitar a tu casamiento? Si es en New York, buenísimo, tengo re ganas de ir.
-Iou quierou tener un matrimonio multicultural. El próximo"ano" soy treinta "anos", necesitou tener bebés a treinta y uno anos. I wonder...
-¡Mirá qué bárbaro! ¿Qué tipo de esposa buscabas?
-Es importante que es republicana. Perou es dificil encontrar una combinación de las dos cosas. Necesitou una chica que ama the free world, comou mi país. ¿Entiendes? La democracia norteamericana es un modelo y nosoutros los "free world lovers" -haha, God I love those words- queremos democracia en todou el mundou. Bush también.
-Bueno, yo en mi caso, soy una free shop lover, me encanta el olor del aeropuerto, pero no sé si te entiendo bien. ¿qué querés que haga? ¿Qué te busque una novia?
-Jiji -y acá se puso serio- necesitou una novia, bonita, argentina, republicana, inteligente... Tú y iou hacemos una buena "pajera".
-Mmm, creo que la palabra es pareja, y la j se pronuncia "jjjjjj", gutural, vamos, desde la garganta. (Poco sabía Jiji que dentro de unos años repetiría esta frase incansablemente....)
-Mira Jiji, iou buscou una chica en "JDate", pero es difícil, no encontro, tú eres una buena chica, necesitas un hombre como iou, con dinero, estabilidad...
-No sé qué es JDate y no entiendo por qué me ves tan indefensa, me tapé las pecas para parecer más segura, ¿no se nota?
-JDate-is-the-premier-Jewish-singles-community-on-the-Net.-As-the-modern-alternative-to-traditional-Jewish-matchmaking,-JDate-is-an-ideal-online-destination-for jewish-men-and-women-to-find-friends,-dates,-and-even-soul-mates,-all-within-the faith!-JDate-is-"where it happens!".
-Parece soñado, qué fantástico. Te agradezco la propuesta de matrimonio, es un proyecto interesante. Pero si vos buscás una novia, argentina, linda, republicana, inteligente y judia, hay un problema. Lo de republicana no lo entiendo bien, pero por ahi me puedo hacer. Pero la cosa es que no soy judía...
-JIJI!!! ¿¿¿¿¿Por qué no deciste antes?????
-Ay, perdón, pensé que era mejor empezar por mis gustos musicales...

Andy, parecía molesto, pagó la cuenta, se inventó una excusa y se fue. Pobre Jijí se quedó sola y sin cita. Jijí no se daba cuenta de que en realidad se estaba salvando porque ella en el fondo quería ver que se sentía ser querida y creía que el tontín de Andy era sinónimo de amor... Por eso, una vez más, Jijí no pudo evitar dejar caer una lágrima que corrió la base mate que se había puesto, dejando que sus pecas vieran otra vez la luz.

martes, 4 de diciembre de 2007

This is what you want, this is what you get instead.

Al día siguiente la despertó el teléfono. Para su sorpresa era GOW. Finalmente había vuelto a Buenos Aires: tenían que hablar urgente, así que “en 15” iba a estar en su casa.

Pasaron dos horas.

Finalmente cuando GOW llegó, Jijí lo hizo pasar. Había puesto un cd de Ricardo Arjona para la ocasión.
-Mirá Jijí, Yo sé que no tengo excusas, pero en realidad tengo una. Esto que te digo te juro que es verdad. Lo que pasó fue que con los chicos nos fuimos al casino y bueno... fuimos tres noches seguidas y a la tercera ya no tenía más plata. (Ella es de la Habana, el de Nueva York)
-Mmm... bueno, el tema de la plata, es un tema, te entiendo, pero yo tengo una duda. Sorry, pero ¿vos te creés que soy idiota? ¿no tenías ni un peso para llamarme? ¿Pero cómo puede ser? ¡Si después te quedaste con tu familia! ¡No me mientas que me lo dijo tu mamá! ¡Tu mamá me dijo que te iba a ver porque estaba preocupada! ¡Y ahora venís acá y me mentís así! ¡No ves que no me respetás!
Las palabras de bronca salían de la boca de Jijí a borbotones. No podían controlar sus nervios a la vez que un llanto compulsivo empezaba a hacerse presente.
- ¡No nena! Sí, es cierto lo de mi mamá, bueno, pero estaba re tensa. Se puso muy mal, así que no quise molestarla pidiéndole plata para llamarte.
- Mirá, a mi m...m... me pa... pa... parece muy bien que no (sniff) quie... quieras molestar a tu mamá. Pero yo s...s...siento que acá hay algo que n...n...no está muy bien. (acá Jijí dejó de llorar) Te lo digo bien, para que entiendas, sin faltarte el respeto. O sea, refraseo: ¿VOS PENSÁS QUE YO SOY BOLUDA?
-JIJÍ!! Por qué me hablás así?? ¡En serio nena! ¡Si sabés que te re súper amo!
-Bueno, yo estuve analizando un poquito la situación. Creo que una relación de noviazgo es una cosa muy seria. Aunque nunca diga nada. (Ella baila tropicana, a él le gusta el rock.)
-¡JIJÍ!!! ¡Para mi también, nena! ¡Mi chiquitita! Te juro que te quería llamar.
-Bueno. Pero no lo hiciste y no puede ser. Así nunca me respetás. Yo necesito que me respeten. (Ella es mulata hasta los pies, él rubio como el sol) Y creo que vos no sos lo suficientemente maduro para ser novio. Así que decidí que si no podés ser responsable y llamarme por teléfono, entonces tampoco podés disfrutar de las cosas buenas de la relación.
Todo esto no tenía mucho sentido para Jijí, y para GOW menos, pero ninguno de los dos entendía muy bien lo que decían, así que, Jijí continuó con el speech.
-Después de mucho pensarlo, llegué a una decisión. No pienso dar marcha atrás. Ahora, las cosas buenas de la relación las va a disfrrutar Andy.
-Jijí, ¿quién es Andy?
-Es mi nuevo friend de los United States. Y ahora disculpame, pero no quiero hablar más del tema.

La reacción de GOW no fue exactamente la esperada. De hecho, nada le pareció muy raro. No se enojó ni nada. Como si fuera habitual presentar un reemplazante. Pero era obvio que en este caso también hubo un problema de comunicación porque GOW seguía apareciendo todos los días como si fuera el novio y Jijí, que siempre le costó un poquitín decir que no, lo recibía con su mejor sonrisa. Parecía como si GOW se hubiera olvidado de Andy, nadie lo nombraba, como si no existiera... Hasta que un día GOW entró a la habitación de Jijí y la encontró poniéndose una base color mate en la cara. Tip tip tip, con suaves golpes Jijí trataba de aplicar la sustancia para tapar sus pequitas.
-Jijí, que estás haciendo?
-Tenía ganas de probar un nuevo look, me voy a tapar las pecas con esta base nueva que me compré.
-Ya veo, Jijí, me refiero a dónde vas...
-Ah... sí, claro. Bueno resulta que esta noche salgo, jeje, tengo una cita con Andy.
-No me parece Jijí, creo que te estás desubicando. ¿Y yo? ¿qué hago?
- Yo estoy muy bien ubicada, gracias. ¿Y vos? Vos te podés ubicar en el auto y pasarme a buscar. Te llamo cuando termine, ¿dale?

The more I talk about it, the less I do control.

Jijí encaró para la salida con rapidez y precisión. El chico puteaba a lo lejos, la imagen le trajo a la mente el recuerdo de ese otro chico del cole que había roto de una trompada la puerta del baño porque Jijí no quiso salir con él. En ese entonces le habían dicho que había sido su culpa por no haber sido lo suficientemente clara... ¿Y ahora? Siempre terminaba mal. Evidentemente había un problemita de comunicación.
Tan concentrada estaba en su huída que sin darse cuenta se llevó por delante a alguien.
-¡Ou! ¡Lo sientou! Iou nou vi tú...
Un rubio de casi dos metros de alto la miraba desde arriba. Jijí alzó la mirada y sus ojos brillaron de la emoción. ¡El rubio literamente resplandecía! Una luz angelical rodeaba su cabeza. Bueno, en realidad la luz era el efecto del farol que estaba en la pared... pero en la cabeza de Jijí la imagen representaba la llegada de su anglo-saxon savior.
-Don´t worry! –contestó nerviosa Jijí- ¿De dónde eres tú?
-Iou soy América. Em...em... iou aquí para business.
-¡Genial! ¡Ah! Pero no te voy a hablar en English, así practicas un poco, ¡eh! ¿Y te gusta la Argentina?
-Iou gustou muchou Arshentina. ¡Lomou baratou! ¡Es ridiculoso!! ¿Qué es tu nombre?
- Yo soy Jijí. ¿Y tú? ¿Cómo te llamas?
-Andrew.
- Bueno, Andrew, es necesario correr ahora (Jijí hizo gesto de trotecito cerrando los puños) ¿Comprendes? Pero este es mi número, call me, ok? Si quieres te “ievo” a conocer Buenos Aires.
Esta movida fue un poco shocking para Jijí, acostumbrada como estaba a quedarse calladita, pero tenía que seguir practicando lo que le había enseñado su amiga y además, si no se era directa y se apuraba, existía la posilidad de que el otro chico le gritoneara un poco más.
Por otra parte, si GOW estaba desaparecido, pues Andy y su magnífica cabellera rubia tendrían que servir para algo... Jeje... Ay bueno! ¿qué iba a hacer?... mf! Que se jorobe por no darme bolilla. ¡Puto de mierda!
Ya sentada en su autito Jijí fijó la mirada en el vacío. Sentía algo de culpa. No le gustaba ser mala, ¡pero no lo podía evitar! ¡Qué querían que hiciera! ¡Si tenía el bolso listo para viajar! ¡Honk honk! Un bocinazo repentino la sacó de sus reflexiones. Una fila de autos esperaba que avanzara:
-¡Dale piba! ¿Quién te enseñó a manejar?
-¡Ay! ¡Sorry! ¡No me griten que ya avanzo!

martes, 13 de noviembre de 2007

Funky squaredance, funky squaredance, funky... squaredance.

La realidad es que el novio ni siquiera era gordo, pero ya conocemos el pequeño complejo que tenía Jijí con el sobrepeso...

Los días pasaban y Jijí iba de mal en peor. GOW was nowhere to be found y Jijí caía y caía en un espiral de incertidumbre. Una semana después, más precisamente un sábado decidió salir y emprender el camino de la venganza. Salió con su amiga súper-top- comehombres, Mechi, que le dijo:

-Jijí, yo te voy a enseñar cómo tenés que hacer para seducir a un hombre. Está todo en la mirada. Elegís al chico, lo mirás fijo y voilà! Ahí tenés...

Y con está frase se le acercó un chico a Mechi que tampoco era gran cosa, pero...

Jijí se puso manos a la obra y pronto se dio cuenta de que ese juego de las miradas podía ser peligroso. ¡Muchos chicos se le acercaban!

- ¡Mirá vos qué bárbaro! –pensó Jijí- ¡si me viera la gordita compactera ahora! Estoy a full! Uia, ¿pero este quién es? No, no me gusta, mejor miro ya para otro lado antes de que se me complique.

Demasiado tarde, el chico ya se la había acercado y le estaba hablando sin parar:

-¿cómo andás morokia? (sic) ¿Venís siempre a este bolike? (¡¡sic sic sicccccc!!) Sabés que sos muy linda, ¿no?

-jeje, bueno gracias, pero quisiera estar sola, por favor.

-Dale morokia, no te hagas la jodida, vamos a bailar un poquito...

-gracias, pero no, gracias.

Jijí estaba segura que con esa frase el chico entendería el mensaje. Después de algunos tropezones, había aprendido que ser clara era la clave para que el mensaje llegara al otro.... Pero evidentemente no todo era tan simple como se lo planteaba la cabecita de Jijí. El chico no reaccionó muy bien y mirándola de arriba a abajo, le dijo:

-¡Pero por qué no te vas a la mierda, histérica! ¿Quién te creés que sos? ¡si sos más fea que la mierda!

Jijí, no pudo hacer otra cosa que alejarse rápidamente, temía que el chico se pusiera violento... La puta digo -pensó- si sos directa, porque sos directa, si sos sutil, no te entienden ¿Cuál es su fucking problem? Yo me voy de acá ahora mismo.

Always trying to fall asleep to make my way out.

La semana pasó sin grandes altercados. El curso de capacitación docente ya había terminado y la idea era preparar los certificados para entregarlos después del verano.
Jijí cantaba contenta mientras organizaba sus tareas y al mismo tiempo le hablaba a su nuevo compañero:
-When the dog bites and the bee stings... trulala tru laaa! Estoy tratando de organizarme todo porque este finde me voy a Cariló a visitar a mi novio. En realidad en la casa se están quedando sus amigos también, pero él me dijo que estaba todo bien, que no iba a haber ningún problema. Estoy esperando que me llame en cualquier momento.
-Bueno Jijí, me parece excelente.
Lo que Jijí no le dijo fue que el “noviecito” la había llamado el día anterior y cuando le preguntó por el viaje le había contestado que en realidad no estaba seguro, que tenían un problema de “polleras”. Jijí no quiso preguntar más por miedo a que se enojara, pero la historia de las polleras no le cerraba demasiado.
-Mirá simplemente te pido que me llames y te organices porque yo no quiero salir corriendo a última hora. Sabés que me gusta planificar todo con anticipación.
-Sí, nena, ningún drama, yo te llamo, vos tranqui.
Jijí tipeaba con furia mientras recordaba al idiot de su novio. ¿Y si se buscaba otro? ¿Sería posible encontrarse otro? Lo de copiloto en su súper Okm la estaba cansando un poco. Después de todo, el transporte público no era tan malo, sin contar el pequeño intento de robo y un par de toqueteos que se había ligado en la hora pico...

-Bueno, Peter, entonces, the idea sería tener el bolsito listo y salir el viernes a la noche. ¿Qué te parece? No me gusta mucho viajar en micro, me da un poco de miedo, pero puede ser divertido, ¿no?
-Me parece genial, Jijí.

Por más entusiasmada y optimista que fuera Jijí, la realidad mostraba otra historia. Pobre Jijí, esperó en vano la llamada del noviecito, porque ésta nunca llegó... Nadie tenía noticias de él, ni la madre.
Cuando llegó el viernes Jijí no pudo disimular su tristeza. S. le preguntó qué le pasaba.
-No entiendo! ¡Mi novio está desaparecido! ¡Me había dicho que me iba a llamar para que viajara y nada, ni un email!
Jijí no pudo controlar las lagrimitas que se le escapaban de los ojos. Miró la punta de sus zapatos para disimular.
-JIJÍÍÍÍÍ! No llores otra vez! Por favor!
-Ay! No me grites así! Es que estoy muy nerviosa, Hoy a la noche tendría que estar viajando y mirame! Voy a pasarme todas la vacaciones acá.
-Jijí, me parece que es hora de que hagas algo al respecto ¿no? ¿Quién es este nabo que vale tanto? ¿Él decide lo que vos hacés?
-Mirá Jijí –dijo Pedro- Si no querés quedarte encerrada, podés venir a un recital conmigo. Te presento a mis amigos si querés...
-No sé, igual voy a esperar. Tengo un presentimiento de que me va a llamar. Por las dudas me voy a mi casa.

Jijí volvió corriendo a la casa a esperar el ansiado llamado aunque al final ya no tenía ni ganas de viajar, pero algo la llamaba a seguir cumpliendo con su rol de novia obediente. Esperó toda la tarde sentada al lado del teléfono. Mientras esperaba se tomó una chocolatada, se hizo las uñas, se planchó el pelo, chequeó varias veces la línea, pero nada. Se hizo la hora de viajar y el llamado no llegó.
Pobrecita Jijí esa noche se durmió al lado del teléfono. Soñó que su novio volvía pidiéndole perdón de rodillas y que ella le reventaba la cabeza con un bate. ¡Qué violenta se estaba volviendo Jijí! Se despertó sobresaltada por la imagen sangrienta en su cabecita. Estaba decidida. Era necesario reaccionar de acuerdo a los malos tratos del novio. Jijí no iba a permitir que la pasaran por encima una vez más. Como siempre que ocurría en estos casos, la imagen de Scarlett O’hara vino a incentivar su venganza. Se levantó Jijí de la silla y despegándose un fichín del TEG de su mejilla (¿por qué lo habían dejado afuera, ¡la puta!, después las fichitas se pierden...) gritó a quién quisiera escucharla:
-If I have to steal or kill –as God as my witness- I´ll never let “gordito on wheels” dejarme plantada again!!