Al día siguiente la despertó el teléfono. Para su sorpresa era GOW. Finalmente había vuelto a Buenos Aires: tenían que hablar urgente, así que “en 15” iba a estar en su casa.
Pasaron dos horas.
Finalmente cuando GOW llegó, Jijí lo hizo pasar. Había puesto un cd de Ricardo Arjona para la ocasión.
-Mirá Jijí, Yo sé que no tengo excusas, pero en realidad tengo una. Esto que te digo te juro que es verdad. Lo que pasó fue que con los chicos nos fuimos al casino y bueno... fuimos tres noches seguidas y a la tercera ya no tenía más plata. (Ella es de la Habana, el de Nueva York)
-Mmm... bueno, el tema de la plata, es un tema, te entiendo, pero yo tengo una duda. Sorry, pero ¿vos te creés que soy idiota? ¿no tenías ni un peso para llamarme? ¿Pero cómo puede ser? ¡Si después te quedaste con tu familia! ¡No me mientas que me lo dijo tu mamá! ¡Tu mamá me dijo que te iba a ver porque estaba preocupada! ¡Y ahora venís acá y me mentís así! ¡No ves que no me respetás!
Las palabras de bronca salían de la boca de Jijí a borbotones. No podían controlar sus nervios a la vez que un llanto compulsivo empezaba a hacerse presente.
- ¡No nena! Sí, es cierto lo de mi mamá, bueno, pero estaba re tensa. Se puso muy mal, así que no quise molestarla pidiéndole plata para llamarte.
- Mirá, a mi m...m... me pa... pa... parece muy bien que no (sniff) quie... quieras molestar a tu mamá. Pero yo s...s...siento que acá hay algo que n...n...no está muy bien. (acá Jijí dejó de llorar) Te lo digo bien, para que entiendas, sin faltarte el respeto. O sea, refraseo: ¿VOS PENSÁS QUE YO SOY BOLUDA?
-JIJÍ!! Por qué me hablás así?? ¡En serio nena! ¡Si sabés que te re súper amo!
-Bueno, yo estuve analizando un poquito la situación. Creo que una relación de noviazgo es una cosa muy seria. Aunque nunca diga nada. (Ella baila tropicana, a él le gusta el rock.)
-¡JIJÍ!!! ¡Para mi también, nena! ¡Mi chiquitita! Te juro que te quería llamar.
-Bueno. Pero no lo hiciste y no puede ser. Así nunca me respetás. Yo necesito que me respeten. (Ella es mulata hasta los pies, él rubio como el sol) Y creo que vos no sos lo suficientemente maduro para ser novio. Así que decidí que si no podés ser responsable y llamarme por teléfono, entonces tampoco podés disfrutar de las cosas buenas de la relación.
Todo esto no tenía mucho sentido para Jijí, y para GOW menos, pero ninguno de los dos entendía muy bien lo que decían, así que, Jijí continuó con el speech.
-Después de mucho pensarlo, llegué a una decisión. No pienso dar marcha atrás. Ahora, las cosas buenas de la relación las va a disfrrutar Andy.
-Jijí, ¿quién es Andy?
-Es mi nuevo friend de los United States. Y ahora disculpame, pero no quiero hablar más del tema.
La reacción de GOW no fue exactamente la esperada. De hecho, nada le pareció muy raro. No se enojó ni nada. Como si fuera habitual presentar un reemplazante. Pero era obvio que en este caso también hubo un problema de comunicación porque GOW seguía apareciendo todos los días como si fuera el novio y Jijí, que siempre le costó un poquitín decir que no, lo recibía con su mejor sonrisa. Parecía como si GOW se hubiera olvidado de Andy, nadie lo nombraba, como si no existiera... Hasta que un día GOW entró a la habitación de Jijí y la encontró poniéndose una base color mate en la cara. Tip tip tip, con suaves golpes Jijí trataba de aplicar la sustancia para tapar sus pequitas.
-Jijí, que estás haciendo?
-Tenía ganas de probar un nuevo look, me voy a tapar las pecas con esta base nueva que me compré.
-Ya veo, Jijí, me refiero a dónde vas...
-Ah... sí, claro. Bueno resulta que esta noche salgo, jeje, tengo una cita con Andy.
-No me parece Jijí, creo que te estás desubicando. ¿Y yo? ¿qué hago?
- Yo estoy muy bien ubicada, gracias. ¿Y vos? Vos te podés ubicar en el auto y pasarme a buscar. Te llamo cuando termine, ¿dale?
martes, 4 de diciembre de 2007
The more I talk about it, the less I do control.
Jijí encaró para la salida con rapidez y precisión. El chico puteaba a lo lejos, la imagen le trajo a la mente el recuerdo de ese otro chico del cole que había roto de una trompada la puerta del baño porque Jijí no quiso salir con él. En ese entonces le habían dicho que había sido su culpa por no haber sido lo suficientemente clara... ¿Y ahora? Siempre terminaba mal. Evidentemente había un problemita de comunicación.
Tan concentrada estaba en su huída que sin darse cuenta se llevó por delante a alguien.
-¡Ou! ¡Lo sientou! Iou nou vi tú...
Un rubio de casi dos metros de alto la miraba desde arriba. Jijí alzó la mirada y sus ojos brillaron de la emoción. ¡El rubio literamente resplandecía! Una luz angelical rodeaba su cabeza. Bueno, en realidad la luz era el efecto del farol que estaba en la pared... pero en la cabeza de Jijí la imagen representaba la llegada de su anglo-saxon savior.
-Don´t worry! –contestó nerviosa Jijí- ¿De dónde eres tú?
-Iou soy América. Em...em... iou aquí para business.
-¡Genial! ¡Ah! Pero no te voy a hablar en English, así practicas un poco, ¡eh! ¿Y te gusta la Argentina?
-Iou gustou muchou Arshentina. ¡Lomou baratou! ¡Es ridiculoso!! ¿Qué es tu nombre?
- Yo soy Jijí. ¿Y tú? ¿Cómo te llamas?
-Andrew.
- Bueno, Andrew, es necesario correr ahora (Jijí hizo gesto de trotecito cerrando los puños) ¿Comprendes? Pero este es mi número, call me, ok? Si quieres te “ievo” a conocer Buenos Aires.
Esta movida fue un poco shocking para Jijí, acostumbrada como estaba a quedarse calladita, pero tenía que seguir practicando lo que le había enseñado su amiga y además, si no se era directa y se apuraba, existía la posilidad de que el otro chico le gritoneara un poco más.
Por otra parte, si GOW estaba desaparecido, pues Andy y su magnífica cabellera rubia tendrían que servir para algo... Jeje... Ay bueno! ¿qué iba a hacer?... mf! Que se jorobe por no darme bolilla. ¡Puto de mierda!
Ya sentada en su autito Jijí fijó la mirada en el vacío. Sentía algo de culpa. No le gustaba ser mala, ¡pero no lo podía evitar! ¡Qué querían que hiciera! ¡Si tenía el bolso listo para viajar! ¡Honk honk! Un bocinazo repentino la sacó de sus reflexiones. Una fila de autos esperaba que avanzara:
-¡Dale piba! ¿Quién te enseñó a manejar?
-¡Ay! ¡Sorry! ¡No me griten que ya avanzo!
Tan concentrada estaba en su huída que sin darse cuenta se llevó por delante a alguien.
-¡Ou! ¡Lo sientou! Iou nou vi tú...
Un rubio de casi dos metros de alto la miraba desde arriba. Jijí alzó la mirada y sus ojos brillaron de la emoción. ¡El rubio literamente resplandecía! Una luz angelical rodeaba su cabeza. Bueno, en realidad la luz era el efecto del farol que estaba en la pared... pero en la cabeza de Jijí la imagen representaba la llegada de su anglo-saxon savior.
-Don´t worry! –contestó nerviosa Jijí- ¿De dónde eres tú?
-Iou soy América. Em...em... iou aquí para business.
-¡Genial! ¡Ah! Pero no te voy a hablar en English, así practicas un poco, ¡eh! ¿Y te gusta la Argentina?
-Iou gustou muchou Arshentina. ¡Lomou baratou! ¡Es ridiculoso!! ¿Qué es tu nombre?
- Yo soy Jijí. ¿Y tú? ¿Cómo te llamas?
-Andrew.
- Bueno, Andrew, es necesario correr ahora (Jijí hizo gesto de trotecito cerrando los puños) ¿Comprendes? Pero este es mi número, call me, ok? Si quieres te “ievo” a conocer Buenos Aires.
Esta movida fue un poco shocking para Jijí, acostumbrada como estaba a quedarse calladita, pero tenía que seguir practicando lo que le había enseñado su amiga y además, si no se era directa y se apuraba, existía la posilidad de que el otro chico le gritoneara un poco más.
Por otra parte, si GOW estaba desaparecido, pues Andy y su magnífica cabellera rubia tendrían que servir para algo... Jeje... Ay bueno! ¿qué iba a hacer?... mf! Que se jorobe por no darme bolilla. ¡Puto de mierda!
Ya sentada en su autito Jijí fijó la mirada en el vacío. Sentía algo de culpa. No le gustaba ser mala, ¡pero no lo podía evitar! ¡Qué querían que hiciera! ¡Si tenía el bolso listo para viajar! ¡Honk honk! Un bocinazo repentino la sacó de sus reflexiones. Una fila de autos esperaba que avanzara:
-¡Dale piba! ¿Quién te enseñó a manejar?
-¡Ay! ¡Sorry! ¡No me griten que ya avanzo!
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